Manuel Ignacio Moyano[1]
Frame registro Juan Renau.
La
encarnación le pertenece al teatro, el arte occidental por excelencia.
*
El
acontecimiento performático sucede sin suceder, no apasiona en su consumación
porque no se consuma. No se realiza. No se enciende. Luego, no enciende.
*
Performer
es un tiempo corporal sin carne, sin nada más que el estado del cuerpo en su no
suceder, no acontecer, no realizarse.
El
cuerpo performático no acontece, no coagula con la Idea, no se compenetra con
las palabras, los ruidos, las imágenes. Los deja librados a su no emerger.
El
cuerpo performático es un estado sin estado. La frigidez del procedimiento, sí,
pero la calidez de estar ahí sin estar ahí, la calidez de insistir en el
procedimiento hasta agotarlo, agotarlo, agotarlo, agotarlo, agotarlo, agotarlo,
agotarlo, agotarlo, agotarlo, agotarlo, gotarlo, garlto, ralgto, rgtalgo. En el
agotamiento emerge lo singular: un tiempo de más, una sobra, una desviación, un
plus-de-cuerpo que no está contenido en la máquina que hace del verbo un hecho
carnal ni en la que hace del cuerpo un hecho verbal. No hay verbo, luego no hay
carne. Luego, no hay expresión.
La
performance no expresa, asume el fracaso de la expresión. In-expresa.
*
Las
palabras performáticas son palabras desbordando su encarnación. Hacen de la
inscripción una ex-cripción. Salir de la palabra con la palabra: una
performance. Luego volver a la palabra como se vuelve a la tumba, como fantasma.
*
La
performance es una organización de la muerte. Si la vida es el conjunto de
funciones que resisten a la muerte, en esa resistencia se organiza la vida y, a
la vez, la muerte. Luego, no hay resistencia de vida sin resistencia de muerte.
La performance organiza la violencia de la muerte y resiste a la separación
vida/muerte.
*
El
tiempo muerto es la experiencia performática esencial. Un tiempo que no va a
ningún lado, ni viene de ningún lado, no sirve para nada, no hace nada, no
sucede. Un tiempo muerto, incontable. Un tiempo después del tiempo. La eternidad,
o sea, la muerte.
*
Sin
rostro, sin cuerpo, sin verbo, sin acontecimiento. ¿Apatía? ¿Anestesia? La
performance es el rostro, el cuerpo, el verbo, el acontecimiento-sin-acontecimiento
del vacío. O también. Es el rostro sin figuración, el cuerpo sin órganos, el
verbo sin lenguaje, el acontecimiento sin suceso, la caída del vacío sobre sí.
*
¿Agujerear
el mundo? Pero si ya todo está agujereado. Entonces dejarse caer en los
agujeros y ver qué pasa.
Los
procedimientos, esencia de la performance, son agujeros donde todo se deja caer
para ver qué pasa. Para ver que no pasa nada y eso es todo lo que es
performance. La performance no pretende nada.
No
hay revolución performática, no hay salvación performática, no hay emancipación
performática. La performance es el arte que queda después de la revolución, la
salvación, la emancipación. Es un arte de un tiempo a-tópico que en su falta de
programa dis-torsiona el presente. Viene del porvenir, o sea, del horizonte de
justicia que exige la revolución del presente. Luego, la performance es la
exigencia de revolución, la exigencia de salvación, la exigencia de
emancipación sin encarnarlas.
Otra
vez: la performance es el arte que queda después de la revolución que no ha
sucedido, de la salvación que no ha llegado, de la emancipación que no se ha
logrado. Contra el cuerpo encarnado de Cristo, revoluciona sin encarnar la
revolución, salva sin encarnar la salvación, emancipa sin encarnar la
emancipación.
Otra
vez: la performance es lo que queda por hacer cuando ya no hay qué hacer.
Otra
vez: performance es el tiempo de la justicia destilándose en el mundo de la
injusticia.
Otra
vez: performance es el agotamiento de la justicia y sus portadores.
*
¿Apatía?
¿Anestesia? La performance es el vacío sin pasión que repite monótonamente una
palabra eterna: justicia. ¿Apatía? ¿Anestesia? Sostener una palabra, justicia,
como se sostiene una vela en el fondo del mar. Sostener las palabras sin
encarnarlas. Ponerlas ahí, ante la mirada de los otros para no decir más nada
que la misma palabra en su sinsentido: justicia, justicia, justicia. ¿Apatía? ¿Anestesia?
Sostener la nada de la justicia hasta que se vuelva insoportable el tiempo
presente. Sostener lo insoportable. Anti-encarnar la justicia.
[1] Resonancias en torno a la performance de
Verónica Meloni, “Prólogo”, realizada en la galería de arte Ruth Benzacar, a la
que fui invitado como partícipe. Julio de 2018.